martes, 20 de septiembre de 2011

Unas muchas realidades

Como todas las tardes, Garucho esperaba la tarde, sentado al fino del bordo que asoma su casa, a las orillas pasaba la impresionante carretera que recién se había construido, a lo lejos, ya se podían observar el humo de las fabricas que tenias poco tiempo de haberse construido en aquellas tierras, en su mirada era posible reflejar la tristeza que lo invadía, con apenas 13 años, había sentido la rabia, la indignación y el coraje de ver perdido lo que mas quería, su hermano, su tierra, la herencia de su padre y de su abuelo, se las arrebataron, y no solo eso, con ello se llevaron las forma de vida de él de su familia y de su gente.
Aquella tarde no era diferente, tras una larga jornada de trabajo, y un sueldo miserable, había llegado a su casa, y tras cruzar la puesta se volvió hacer la misma pregunta de todos los días, ¿No llego verdad?
Hacía 5 años, su hermano Manuel había tomado la decisión de emigrar a los Estados Unidos, las inundaciones de aquel verano habían acabado casi con toda la milpa, y como consecuencia no abría cosecha, todo el trabajo de un año se perdió en cuestión de horas, era momento de tomar otras decisiones, otras formas de salir adelante, Manuel entonces tenia solo 14 años, y decisión salir de la casa, su padre don José, había muerto hacia 3 años, a causa de una neumonía, que había sido posible tratar por falta de recursos económicos, así que como el hombre de la casa era él, tenia que buscar la manera de sacar adelante a su familia.
Garucho, todavía recuerda aquel medio día del mes de julio, cuando las torrenciales lluvias azotaban la lamina de cartón, que era el techo de su casa, entró Manuel con la vista abajo y digo a su madre, -Lo perdimos todo Ama, yo creo que ahora si me voy pa’ los Estados Unidos-, su madre, doña Esperanza, bajo la mirada y tras cubrir su rostro con las manos se oyeron unos sollozos, sabia que no habría mas remedio, tener que dejar ir a su hijo representaba una esperanza para toda su familia, después de un rato, levanto la mirada y con la fuerza que solo las madres tienen digo –¿Pa`cuando Mijo?, Manuel, que tenia ya todo planeado, le contesto, -Mañana mismo Ama, don Juan sale pa’ la capital, de ahí tomare un camión que me lleve a la frontera, ya hable con él, y me digo que me presta dinero pa’que me vaya, nomas que si van a salir re caros los intereses, pero Primero Diosito luego luego llegando me pongo a chambiar y mando pa que le vaya pagando poco a poquito, y pa que uste no se apure con los gastos de los chamacos- Y así fue, Manuel agarro camino después de despedirse de sus 4 hermanos, de la bendición de su madre y de haber dejado a cargo de la casa a Garucho, sabia que el trabajo que le dejo su hermano no era fácil.
Y desde aquel día gris, por la neblina, que se confundía con el humo del fogón, y de las gotas de lluvia que golpeaban las caras tristes de la familia, no se volvió a saber nada de Manuel, nadie lo volvió a ver, son Juan, dijo a verlo dejado en las capital y que de ahí no volvió a saber nada del chamaco.
Garucho, ha tendido que dejar muchos de los sueños que había construido junto a su hermano Manuel, en los 5 años que han pasado, tuvo que dar la cara en muchas ocasiones, como aquella mañana del mes de enero, en que llegaron unos empresarios a ofrecerles una cantidad miserable por las tierras que habían heredado de su padre, como la negociación no llego a buenos términos, los empresarios entraron por la mala y los despojaron del las tierras, lo mas sagrado para la familia de Garucho y Manuel, no se pudo hacer nada, por desgracia, nunca se firmo la sucesión del los dueños de terreno, razón por la que fue mas fácil para los empresarios despojarlos de tus propiedades.
Tras una lucha que emprendieron tanto Garucho como toda su familia, y demás pobladores de la comunidad del Refugio, su lugar de nacimiento, a quien también despojaron de lo que les pertenecía, no pudieron lograr nada, y poco a poco vieron como el paraíso, que durante años les dio de comer, se iba trasformando en empresas, que solo llevaron desgracias y desolación aquella comunidad.
él recuerda que mientras se trabajo con el cultivo nunca hubo pleitos entre los integrantes de la comunidad, ahora vivía en una comunidad dividida, las nuevas oportunidades de trabajo habían generado muchos conflictos entre los habitantes, los nuevos empleos eran peleados por todos, pues las fuentes de trabajo se había agotado, eran pocas las tierras que se cultivaba, y ahora solo se cosechaba para autoconsumo, si se vendía algo, tenia que ser a precio muy elevado, por la falta la misma producción.
La situación en la que vivía Garucho, lo obligo a dejar las aulas escolares para poder trabajar, al lado de su madre, mientras pasaban los años sus hermanos iban creciendo y teniendo más necesidades, su sueño de poder ser un abogado para defender los derechos de su gente se había ido, quizá con la niñez, con la felicidad o con la tranquilidad de aquel lugar, no supo donde ni cuando perdió sus sueños, pero sabia que ya no había tiempo de recuperarlos, lo que mas le interesaba era trabajar, para sacar adelante el encargo que un día le hizo su hermano, tenia miedo que el día en que llegara Manuel encontrara la casa patas pa`rriba, le daba miedo defraudar a su familia.
Sin embargo a Garucho no le hacia falta ir a la escuela para darse cuenta de las problemáticas a las que se enfrentaba como persona, como miembro de la familia y de la comunidad, a sus 13 años tenia que trabajar por un salario que apenas le alcanzaba para cubrir la mitad del alimento de sus hermanos, con la otra mitad que ganaba su madre, se encargaba de cubrir las otras necesidades que había traído la “Modernidad” a la comunidad, antes ellos no se preocupan por cubrir servicios de luz o de agua, podían compartir con la oscuridad los misterios de la mima, y su única luz, era la luna y las estrellas, además de las luciérnagas que adornaban las noches de verano, el agua tampoco era un problema, el agua que corría por el rio era agua limpia, capaz de saciar la sed del mas sediento, la comida, aun que poca era suficiente, ahora todo se tenia que comprar, y todo costaba un dineral como dicen ellos.
Las cosas eran completamente diferentes, pensaba Garucho aquella tarde, su mirada estaba perdida, quizá en los problemas o quizá en la manera de solucionarlos, quizá en los sueños o quizá en su realidad, lo que mas deseaba aquella tarde y como todas las anteriores era poder ver la figura de su hermano Manuel tras el camión que llegaba a las 6:00 pm, no había día en el que después de una larga jornada de trabajo no se sentase a esperar.
Al fin y al cabo como dice su madre la esperanza es lo ultimo que muere, y desea con todo el corazón poder compartir junto a Manuel todo lo que ha aprendido, ahora sabe de que todos tenemos derechos, pues haberlo despojado de sus tierras le enseño a luchar, y sabe que uno de ellos es la educación, aun que no repele por no estudiar, sabe que a su cargo tiene 3 personas mas, y también sabe que las cosas tienen que cambiar, que el futuro de ellos no puede ser igual al de su madre, al de su hermano o al de él mismo.
Por eso, después de ver pasar el camión y no ver bajar a su hermano del mismo, se levanta, y camina, el sendero lo ira trazando al par de sus pasos, lentos pero firmes, por que sabe que a pesar de todo, en el hay esperanza, hay rabia, hay dignidad y sabe que con eso, es posible trasformar la realidad.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Dejar SER...

Mucha nos cuestionamos sobre lo que somos o lo que hacemos, y sin embargo nunca tratamos de ser mas ni mejores personas..
En la actualidad estamos viviendo en una sociedad sucia en todos los sentidos, violencia, corrupción, indiferencia, individualismo y mas, pero nunca dejamos de JUZGAR al otro..
Que si es mas que yo, que si es menos que yo, que si tiene mucho,  que si tiene poco y la verdad es que cada vez mas nos preocupamos mas y nos ocupamos menos..
Ojala algún día podamos centrarnos a las afueras de la nuestra casa y dejar SER a los demás, dejar de juzgar lo que hacen y lo que no hacen, con quien salen y con quien no salen, a que hora sale y a que hora llega, son muchas las cosas que debemos dejar pasar..
Mejor deberíamos preguntarnos como esta?, habrá comido?, todo ira bien?, estará sano?, tendrá problemas?..
Ya es momento de dejar de habla de los demás y ponernos a dialogar con los demás..
Dejar de mirar y empezar a observar
Dejar de oír y poner mas atención para poder escuchar
Debemos dejar SER a todos, pero empezar a SER nosotros mismos, sin importar el que dirán..
Cuando dejemos de ocuparnos de los demás, y empecemos a preocuparnos por nosotros mismos, la gente dejará de PRE ocupar de ti  se ocupara de tod@s..